La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ha dejado de ser un concepto altruista, para pasar a ser una estrategia vinculada con idea de crear valor compartido. De esa forma está directamente relacionada con la forma en que una empresa genera sus ingresos reduciendo los impactos negativos de su actividad y potenciando los positivos.

La responsabilidad social es un tema presente en la región desde principios del siglo XX, aunque el vínculo tradicionalmente reconocido como la primera relación entre la empresa y la sociedad es la filantropía ─una acción de caridad de la empresa hacia su comunidad─. La concepción de la RSC como parte de la gestión de negocios y dentro de un concepto integral es un tema con casi 10 años de presencia en la región; todas las iniciativas clave se iniciaron en la década de los noventa. Aunque todavía se nota la fuerte presencia de la filantropía, es sorprendente el interés y la cantidad de iniciativas, seminarios, organizaciones, trabajos universitarios, que aparecen en los dos últimos años en la región sobre el rol de la empresa en la sociedad.

Impacto de RSC 2021

Un cambio vinculado a la Agenda 2030 de Naciones Unidas y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, y que emergencia sanitaria, social y económica provocada por la Covid-19 ha obligado a situar como máxima prioridad en todos los consejos de dirección de las compañías, que han entendido que la RSC es clave para su propio futuro.

La RSC permite que las empresas, sin perder de vista el objetivo final de generar ganancias, contribuyan a la superación de la pobreza a través de la incorporación de personas de bajos ingresos a la cadena de valor.

Esta práctica de RSC es conocida como “Negocios inclusivos”, los cuales contribuyen a que las empresas se desarrollen de forma sostenible y amplíen sus segmentos de mercado hacia sectores de la población de bajos ingresos. Al mismo tiempo, los negocios inclusivos promueven que las familias en situación de pobreza aprovechen las oportunidades que ofrece el mercado y la dinámica del sector empresarial.

En Guatemala se han destacado distintas organizaciones por sus aportaciones para impactar a sectores de bajos recursos, jóvenes con talento, impulso de mujeres que se han convertido en empresarias a lo algo del tiempo y compromiso con el medio ambiente.

Sin duda, el tema de RSC va tomando fuerza con cada día, aunque es importante recordar que no es solo un trabajo de las organizaciones, también nosotros como personas físicas debemos contribuir a estas buenas prácticas que al final del día nos benefician a todos.

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