En el mundo de los negocios debe existir una manera en que las empresas se relacionen con sus empleados y que además les sirva para posicionarse en el mercado. Para conseguirlo, los valores y propósitos predeterminados son parte fundamental de la construcción de una identidad, y la orientación hacia la aculturación de los futuros empleados y clientes.

En ese sentido, la cultura organizacional es una forma de orientar y alinear cómo las personas deben percibir y comportarse dentro de una organización. También es una forma de crear una impresión positiva en los nuevos talentos que podrían aceptar ofertas de trabajo en una compañía determinada. 

¿Qué es la cultura organizacional?

La cultura organizacional es la identidad de una organización, basada en creencias, valores y prácticas compartidas. Todo ello implica la exigencia o no de un código de vestimenta, prácticas, políticas, comportamientos, y la forma de trato de la organización con los empleados y socios.

A través de la cultura organizacional se crean las características esenciales que definen a una organización. Por ejemplo, si una empresa de cosméticos no prueba en animales, lo más probable es que los pilares de la aculturación también se basen en causas centradas en los derechos de los animales.

Llevar esta cultura a la práctica es un gran desafío, ya que a menudo los valores son explícitos en materiales para publicitar vacantes, cumplimiento o planificación. Sin embargo, esto no garantiza su aplicación en la práctica. Por esa razón, esta cultura debe ser una causa tomada a diario por todos los colaboradores, para que se absorban las ideas y los valores. 

Este es un proceso que requiere tiempo y dedicación por parte del liderazgo.

Tres beneficios de una buena cultura organizacional

Atracción de nuevos talentos

El capital humano es una de las mayores preocupaciones de una empresa, ya que sin él no hay ingresos. Invertir en nuevos talentos se ha convertido en el objetivo de los negocios que piensan crecer. 

Una fuerza laboral motivada y feliz permitirá un mejor flujo de nuevos candidatos atraídos por los valores de la empresa. Invertir en formación, innovación, y un buen ambiente laboral será un diferencial para quienes eligen dónde trabajar.

Retención del talento interno

La preocupación por las estrategias de retención y atracción de nuevos talentos es fundamental. Las nuevas contrataciones cuestan mucho a los bolsillos de las empresas. Lo ideal es encontrar buenos talentos y mantenerlos motivados para continuar su camino profesional dentro de la organización.

Motivación y productividad

Con la motivación que genera una buena cultura organizacional, es posible observar resultados positivos como la mejora en la productividad de los equipos y el deseo de hacer realidad grandes proyectos dentro de la empresa.

Un ambiente de trabajo saludable impulsa las buenas ideas, ya que los empleados dejan de preocuparse por los aspectos negativos y se enfocan en los beneficios que trae ser parte de una empresa en particular.

Lee también: ¿Cómo se vive una cultura organizacional en una corporación multilatina?

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