Mastercard está probando un nuevo sistema de pago que podría revolucionar la forma en que pagamos los productos que pretendemos comprar. Según lo ha explicado la propia empresa, lanzarán un nuevo método en el que los minoristas podrán utilizar el reconocimiento facial y las huellas dactilares para validar los montos a pagar.

En la práctica, cuando esta tecnología esté disponible, los clientes podrán autenticarse o pagar simplemente mostrando la cara o la palma de la mano en lugar de una tarjeta física. Se espera que alrededor de 1,400 millones de personas utilicen esta tecnología de reconocimiento facial para autenticar sus pagos para 2025.

Para registrarse y poder utilizar este nuevo método de pago de Mastercard, el usuario deberá sacarse una foto del rostro o escanear su huella dactilar para registrarla en una aplicación. El proceso se realiza en el smartphone del usuario o en una terminal específica de pago.

Encriptación para mayor seguridad

El uso de información biométrica para pagos plantea una serie de preocupaciones sobre la privacidad y cómo se recopilan los datos. Por su parte, Mastercard asegura que todos los datos que ingresan los clientes en su sistema estarán encriptados para garantizar que su privacidad no se vea comprometida.

Cuando se registre su escaneo facial o huella digital, estas serán reemplazadas con un «token», una cadena aleatoria de caracteres alfanuméricos que luego se vincula a la tarjeta de pago. Mastercard dijo que creó un conjunto de estándares para garantizar que los datos de los usuarios estén siempre protegidos. La compañía está trabajando con varias empresas expertas para implementar la función, incluidas Fujitsu, NEC, Payface, Aurus, PaybyFace y PopID.

Las métodos de pago biométricos prometen revolucionar la industria

El anuncio hecho por Mastercard hace pensar que de la mano de las fintechs estas nuevas tecnologías van a revolucionar la industria de los pagos. Entre los beneficios de estos métodos están la reducción del fraude y la comodidad que ofrece a los clientes el pago sin contacto. 

Muchas empresas aún conservarían el uso del PIN como una solución alternativa siempre que no se puedan utilizar el rostro o la huella dactilar del titular de la tarjeta, como, por ejemplo, en las retiradas de efectivo de los cajeros automáticos.

Además, dado que la biometría será uno de los métodos de identificación más utilizados en el futuro cercano, los emisores de las tarjetas también podrán utilizarla en una serie de situaciones en las que es necesario certificar que el verdadero titular de la tarjeta es el autor de una determinada transacción.

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