Un nuevo informe especial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), señala que la desaceleración económica, la mayor inflación y la recuperación lenta e incompleta de los mercados laborales podrían aumentar la pobreza y la inseguridad alimentaria en la región latinoamericana en 2022.
La CEPAL así lo hace ver en un nuevo informe especial que analiza los impactos económicos y sociales de la guerra de Ucrania en la región, y que ofrece varias recomendaciones a los países sobre cómo abordarlos. Los datos de la comisión han sido respaldados por previsiones similares realizadas por otras entidades financieras globales.
Según el informe: Repercusiones en América Latina y el Caribe de la guerra de Ucrania: ¿cómo enfrentar esta nueva crisis?, las economías del continente enfrentarán una coyuntura compleja a lo largo de 2022 por la guerra entre Rusia y Ucrania. El conflicto abrió una nueva fuente de incertidumbre para la economía mundial y afecta negativamente el crecimiento compartido de mundo, estimado en 3,3%, un punto porcentual menos que lo proyectado antes del estallido de las hostilidades.
Una elevada inflación y crecimiento a la baja
A nivel regional, el menor crecimiento esperado estará acompañado de una mayor inflación y de una lenta recuperación del empleo. Según las nuevas estimaciones, en el contexto actual, en el cual el conflicto en Ucrania ha agudizado los problemas de inflación, aumentado la volatilidad y los costos financieros, se espera un crecimiento promedio de 1,8% para toda la región.
También se prevé que las economías de Centroamérica y México crezcan un 2,3%, mientras que las economías del Caribe lo harían un 4,7%. Así mismo, las economías de América del Sur crecerán un 1,5%. Otra de las advertencias de la comisión es que 7,8 millones de personas se sumarían a los 86,4 millones cuya seguridad alimentaria ya estaba en riesgo.
En el ámbito estrictamente político, el deterioro de las relaciones entre el mundo occidental y Rusia crea un dilema particular para los gobiernos latinoamericanos, ya que la mayoría de ellos ha tratado de evitar tomar partido hasta ahora. La motivación detrás de esta estrategia es eminentemente económica, ya que la región está ansiosa por proteger sus lazos comerciales con Occidente, China y Rusia por igual, lo que explica por qué varios gobiernos se han mantenido neutrales.
Impacto generalizado a nivel global
De cualquier manera, se espera que la dinámica del comercio mundial se vea afectada negativamente por el conflicto, lo que provocará una disminución de la demanda externa en América Latina y el Caribe, pero también en otros mercados globales. Los principales socios comerciales de la región, como lo son Estados Unidos, China y la Unión Europea, también verán tasas de crecimiento menores a las esperadas antes del conflicto.
Por esa razón, la subida de los precios de los alimentos y la energía se sentirán en todas las latitudes, y el aumento de la inflación a nivel global será una situación compartida que pondrá a los líderes mundiales en una situación compleja.
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