Actualmente, Centroamérica busca la mejor manera de hacer posible la reactivación económica en el contexto de la pandemia. Todo apunta que en la región, la economía en El Salvador será la que reciba el golpe más duro.

 

El confinamiento y la reactivación económica

El Salvador fue el país centroamericano que implementó las medidas más estrictas en materia de confinamiento en marzo, en un intento de disminuir los contagios de covid-19 que no dio los resultados esperados.

Actualmente, los planes de reactivación económica, que están fuertemente ligados a la reducción en las medidas de confinamiento, no ha podido ser puesto en marcha por un nuevo repunte en contagios.

El plan de reactivación economía empezó el pasado mes de junio, con la primera de cinco fases que habrían de implementarse de forma escalonada. Pero la segunda fase, cuyo inicio estaba planeado para julio, tuvo que ser postergada en varias ocasiones.

De momento se planea que la fase dos ya sea implementada el 20 de agosto, más de mes y medio después de su punto inicial original.

Recientemente, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, propuso “las burbujas sociales” ante un posible nuevo intento. Este plan se debe a implementar “burbujas” personales, la entrega de certificados de inmunidad y otros.

Se plantea la distribución de kits con medicamentos a personas positivas ante al virus, hasta el domicilio de cada una de ellas. El tema de las burbujas se refiere a la elección de 10 personas de los ciudadanos a las que podrán visitar regularmente siguiendo las medidas sanitarias que se necesiten.

Por otro lado, serán entregados paquetes de alimentos a familias afectados por el covid-19.

 

El Salvador durante y post-virus

Por más que se trabaje en la reactivación económica, la realidad es que no será fácil recuperarse de un golpe tan duro como este. Personeros del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales apuntan a que la caída del PIB será de al menos 10%.

El Salvador atraviesa por una deuda externa para la reactivación económica post covid-19. La deuda sobrepasa el 80% del Producto Interno Bruto, PBI. El virus ha provocado que este país se endeude aún más para intentar aliviar las pérdidas económicas y se estima que para finales de año esta deuda alcance el 92% del PIB.

Otro inconveniente en materia de deuda, es que algunas de estas se están adquiriendo a tasas de intereses sumamente altas, inlcuida una deuda de 1000 millones de dólares a una tasa de 9.5%. Eso significa que durante los 32 años que le tome al país pagar la deuda, cada año deberán desembolsar 95 millones tan solo en intereses.

Analistas coincidieron que en este contexto, la pobreza podría aumentar de un 30% hasta a un 50%, lo que llevaría al país a un retroceso de 20 años.

Las perspectivas para El Salvador no son muy alentadoras y los detractores de la gestión de Bukele están apuntando por una fiscalización más estricta que nunca.

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