La bondad, nobleza y decisión de lucha ante las adversidades, son atributos que, combinados, es difícil encontrarlos en una sola persona. Sin embargo, hablar de Isabel Gutiérrez de Bosch, es precisamente mencionar estos y muchos otros elementos característicos de su personalidad, que le han acompañado a lo largo de su vida.

Oriunda del occidente guatemalteco, específicamente de Totonicapán, Isabel Gutiérrez de Bosch es una empresaria y directora de empresas, que hoy está dedicada a labores de obra social. Y es que precisamente este aspecto el que le permitió crear su propia historia.

Hija del reconocido empresario Juan Bautista Gutiérrez, siempre mostró su decisión para trazar camino propio, con decisión y, a la vez, con el mismo corazón y carácter noble de su padre.

Su pasión por ayudar a los más desprotegidos se consolidó desde muy temprana edad, lo que la hizo emprender una cadena interminable de obras sociales, ganado un prominente espacio entre los personajes guatemaltecos destacados.

 

Isabel Gutiérrez de Bosch: el carácter noble y decidido de una mujer exitosa

 

El trayecto de Isabel Gutiérrez de Bosch

Doña Isa, apodada de esta manera por el cariño de quienes la conocieron, es acreedora de una admirable historia de vida. La cual ha construido a pulso a base de esfuerzo y buenas acciones.

Su deseo era estudiar medicina, lo cual no le fue permitido por las creencias sociales de la época. Su vocación de servicio, fuerte, latente e indomable, le permitió accionar desde otros horizontes, siendo la primera mujer en ser aceptada en el Club Rotario Guatemala Centro.

Logró fundar el proyecto Fundaniñas, una organización sin fines de lucro, destinada a ayudar con alimentación, protección, educación y, sobre todo, amor a niñas con riesgo de calle en Guatemala.

Posteriormente, su ingreso a la Fundación Juan Bautista Gutiérrez, nombrada en honor a su destacado padre, fue otro de sus logros más destacados. Ser nombrada presidenta, según explicó ella misma, representó un privilegió inesperado, sin embargo, lo aprovechó con lo mejor que sabía hacer: ayudar.

La fundación está dedicada a promover el beneficio comunitario a través de programas que ofrecen oportunidades educativas, como es el caso de Apoyando a Quienes Apoyan y Becas Universitarias. Desde allí, generando becas y posibilidades de estudio para jóvenes de escasos recursos.

Es la entrega y la participación personal de Doña Isa, lo que le imprime una huella valiosa a cada una de las acciones que realizó de forma constante para promover la ayuda a quien verdaderamente la necesitaba.

Ha recibido diversas distinciones, incluyendo la Orden del Quetzal que otorga el Gobierno por méritos extraordinarios, el galardón Guatemalteco Ilustre en 2006 en la categoría social y el Tenedor de Oro 2019 al personaje del año.

Hoy los beneficiarios de los programas de becas de la Fundación Juan Bautista Gutierrez han formado una asociación sin fines de lucro con objetivos de proyección social, que lleva el nombre de Isabel Gutiérrez de Bosch, lo que demuestra del efecto multiplicador de sus buenas obras.

Por otro lado, quien conoció a Isabel Gutiérrez de Bosch da fe de su nobleza, humildad, dulzura y sencillez, acompañado con la firmeza y decisión para superar momentos difíciles como fue la pérdida de su esposo en un trágico accidente.

Valiente y con una energía inagotable, son otras de las características que sus allegados pueden identificar de esta valiosa dama que ha sabido ser madre, amiga, esposa y luchadora más allá de su entorno familiar.

Doña Isabel Gutiérrrez de Bosch falleció el domingo 6 de septiembre de 2020, pero dejó un legado de trabajo duro, servicio y proyección social que trascenderá en la historia guatemalteca.

 

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