La economía mundial está sufriendo las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania, que eleva los precios de los alimentos y la energía también para la región de América Latina y el Caribe. Cuando la agresión se materializó, el mundo ya estaba sumido en una espiral inflacionaria como consecuencia de la pandemia que se ha intensificado aún más. 

Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas publicado recientemente muestra que los primeros tres meses de la guerra en Ucrania aumentaron el costo global de los alimentos, creando una inflación récord que ha empujado a 71 millones de personas a la pobreza.

En este complejo contexto, Centroamérica no puede evadir los efectos de un conflicto que está geográficamente muy alejado de su territorio. 

Las familias centroamericanas sufren los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania

A medida que los tanques rusos se dirigían a Kiev, el petróleo y el trigo se dispararon a su nivel más alto en casi 14 años. Ante la intensificación del conflicto, se espera que los precios de otros productos de consumo cotidiano se vuelvan cada vez más costosos.

De acuerdo con el informe mensual de Coyuntura Económica del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), las familias centroamericanas deben pagar más ahora por servicios o productos como el transporte, los alimentos, o gastos de vivienda, debido principalmente a los efectos de la crisis bélica.

El alza de los precios han disparado la inflación interanual en todos los países del istmo. Según los datos del BCIE la inflación interanual es hoy del 9% a nivel regional, siendo Nicaragua, Honduras y Costa Rica, los países donde este indicador está por encima del 10%.

La mayoría de los analistas señalan que las presiones inflacionarias no provienen solo de estos commodities. Los fertilizantes también deberían continuar al alza, lo que seguirá empujando los precios de los alimentos, ya que la agroindustria centroamericana importa gran parte de este insumo de países como Rusia.

“Preocupa la exposición del sector agrícola de Centroamérica a los altos precios internacionales de los alimentos y los insumos. Se recomienda mayor vigilancia a la inseguridad alimentaria y las necesidades de los hogares más vulnerables en Honduras y Guatemala”, señala el informe. 

Las mejores medidas de contención ante la inflación

Algunas recomendaciones de política económica para enfrentar la crisis son que los países combatan la inflación galopante sin recurrir a instrumentos como aumentar demasiado las tasas de interés u otros indicadores. 

Instituciones multilaterales de inversión como el Fondo Monetario Internacional (FMI), o el Banco Mundial (BM), podrían proporcionar más capital para permitir que las naciones superen la crisis a través de préstamos específicos y otras medidas de respuesta alternativas sin afectar aún más sus economías.

Para conocer más sobre este tema: 

La guerra en Ucrania acelera la inflación y ralentiza crecimiento en América Latina

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