Los gobiernos de todo el mundo están alerta ante la posibilidad de una nueva crisis mundial, que podría traducirse en desempleo, reducción del consumo y de las exportaciones. 

De acuerdo con entidades como el Banco Mundial (BM), las principales causas de una posible recesión serían las subidas de tipos de interés promovidas por la mayoría de bancos centrales y la interrupción de las cadenas productivas como consecuencia de la guerra de Ucrania.

Cuando comenzó 2022, los pronósticos de los analistas de mercado sobre la actividad económica eran muy preocupantes, ya que apuntaban a riesgos crecientes de recesión debido a este fuerte endurecimiento monetario de la mayoría de los bancos centrales del mundo para combatir la inflación. 

En este complejo escenario que parece concretarse, dos de las mayores instituciones financieras de Estados Unidos han elevado sus expectativas ante una recesión en el país. Goldman Sachs ahora ve un 30% de posibilidades de que la economía de los Estados Unidos entre en recesión en 2023, mientras que Bank of America ve un 40% de posibilidades de que eso suceda.

Para Jamie Dimon, Consejero Delegado de JPMorgan Chase: “Los problemas económicos no son pasajeros. Las cosas pueden ir mucho peor”. Ante este escenario, aquí hay tres potenciales consecuencias de una recesión en 2023: 

Caída del poder adquisitivo

Si se concreta una recesión una de las primeras consecuencias es la reducción del poder adquisitivo o el ingreso familiar. Con una crisis económica también se reducen muchos beneficios para los empleados dentro de las compañías. Los salarios caen y la demanda de nuevos profesionales también.

Aumento del desempleo

Además, cuando cae el poder adquisitivo de la población, cae el volumen de compras y contratación de servicios, generando desempleo. Es decir, las empresas terminan siendo impactadas por la crisis y necesitan cerrar sus puertas. Esta es una de las principales consecuencias de la recesión.

Reducción de la productividad

El miedo a perjudicar sus finanzas hace que los inversionistas dejen de invertir dinero en nuevos negocios, especialmente si tienen algún riesgo asociado, lo que hace a su vez que los indicadores de productividad económica del país disminuyan.

Además, en periodos como estos, la productividad industrial tiende a disminuir, debido a problemas financieros y falta de materias primas.

Aún así, la recesión no será eterna

Si bien el panorama económico actual es incierto, una recesión nunca es eterna y hay maneras eficientes de sortear mejor sus efectos. Generalmente, es necesario crear una serie de paquetes económicos y medidas de política monetaria por parte del gobierno y del Banco Central.

Los países cuentan con algunas herramientas para salir de este escenario, tales como la política fiscal y la política monetaria. Además, es fundamental formar un equipo económico experimentado y preparado para analizar el escenario y diseñar estrategias que tengan la capacidad de revertir la situación. 

Aparte de eso, es necesario que haya un esfuerzo conjunto para aprobar las medidas necesarias para remediar la crisis. Después de todo, una crisis económica afecta la vida de todos los ciudadanos en general. Es decir, no solo las empresas y los negocios, sino también a la población en su conjunto. Por eso, una buena estrategia acortará el tiempo que dure la recesión para todos. 

Quizá también quieras leer: 

El impacto de la guerra de Ucrania en los precios de los alimentos de la región centroamericana

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí