Seguro te ha pasado, todos hemos conocido a una compañera o compañero tóxico, nos gustaría decir que la gente tóxica está en peligro de extinción, pero no, no es así; así que hoy hablaremos de cómo identificarlos.
Al principio, son prácticamente indetectables; una queja inocente sobre otro compañero, un movimiento sutil para dejarte mal de cara al jefe, una autoconfianza raya en el narcisismo. La mayoría busca ascender en la empresa a costa de menospreciar el trabajo de los demás y, si no se toman medidas a tiempo, su presencia puede derivar en un contagio masivo en la oficina… y en la vida.
Ojo con estos puntos:
Hablan mal de alguien más. Es típico en este tipo de personas, si conoces a alguien que critica o se queja sobre un tercero que no está presente, eso puede ser una señal de que estás tratando con una persona tóxica, y es muy probable que cuando no esté cerca de ti, haga exactamente lo mismo. Hay una frase que me gusta mucho para definir esto de forma breve
«Lo que Juan dice de Pedro, habla más de Juan, que de Pedro»
Se quejan. Ten cuidado, la mayoría de estas personas tienden a quejarse de todo, esto te puede afectar directamente, estar en constante comunicación con este tipo de personas te puede causar dolores de cabeza e incluso salir estresado del trabajo.
Piden un trato especial. ¿Te acaba de pedir algo especial y recién estás tratando con esta persona?… imagina cómo será cuando lleve un poco más de tiempo. Sin duda hay personas que creen que por el simple hecho de existir merecen ser tratados mejor que otros o tener más consideraciones.
Se pone a la defensiva. Una persona tóxica es constantemente receptiva y se pone a la defensiva y esto puede ocasionar que tú sientas la necesidad de darle explicaciones que no son necesarias. Evidentemente esto te desgastará y te quitará tiempo.
Te toca hacer todo o la gran mayoría. Son hábiles, tienden a pedir ayuda de forma habitual y al final terminan haciendo nada. El gran problema es cuando esta persona es tu jefe, ya que entonces tu puesto pasará a depender de que seas capaz o no de complacerle.
No te sientes bien. Estas personas no transmiten cosas positivas, seguramente te sentirás agotado después de mantener una charla, de escuchar sus quejas o de explicarle cómo debe hacer su trabajo (si es que no terminas haciéndolo tú). En definitiva no es sano estar cerca de ellos.
Es momento de abrir tus sentidos e identificar a la gente tóxica, mantener firmeza y dedícate a enfocar tus esfuerzos en lo que te corresponde; brindar ayuda a nuestros compañeros no es malo, pero siempre busca ser objetivo y pon mucha atención si te sientes rodeado de un tóxico.