A nivel mundial la pandemia del coronavirus ha empujado a numerosos negocios a adoptar modelos de teletrabajo, que para algunos de sus colaboradores resultan una novedad cargada de retos. Si este es tu caso, sigue leyendo, estos consejos prácticos para desarrollar una rutina de teletrabajo más eficiente podrían ayudarte. 

Si nunca antes habías trabajado desde casa, puede que te estés enfrentando a retos como dificultad para manejar límites entre el tiempo que dedicas a trabajar y a tus tareas domésticas, organizar tu día y concentrarte en tus tareas pendientes. 

Para ayudarte a gestionar tu rutina de teletrabajo recopilamos para ti estos 5 consejos: 

 

1. Haz tu mañana consistente

En buena medida la eficiencia tendrá que ver con el estado mental que tengas cuando te sientes a trabajar. 

Para muchos dejar de salir todas las mañanas para dirigirse a la oficina implicó la modificación total de su rutina matutina. No es raro encontrar personas que desayunan mientras trabajan, que omiten bañeras y hasta ejecutan sus tareas en pijama.

Pero lo cierto es que nuestro cerebro ya estaba “programado” para entender que parte de la preparación para empezar el día laboral implicaba el arreglo personal, tomar el desayuno en casa y luego conmutar hacia la oficina. 

Lo ideal es que tu mañana tenga una rutina lo más parecida posible a la que tenías antes de adoptar el teletrabajo. Levantarte a la misma hora, bañarte, incluso vestirte como si fueras a ir a la oficina y tomar tu desayuno como siempre. 

El tiempo que antes ocupabas en conmutar hacia el trabajo puede ser ahora sustituido por alguna actividad que te produzca placer, como escuchar música o un podcast, alargar la sobremesa del desayuno para conversar con tu familia o meditar. 

 

2. Ten un espacio dedicado para trabajar (que no necesariamente implica un espacio físico)

Es bien conocido que tener literalmente una “oficina en casa”, un espacio dedicado al trabajo (idealmente con una puerta que pueda cerrarse (para delimitar perfectamente que cuando estás dentro es hora de trabajar y cuando estás fuera el trabajo se quedó allí), es sumamente beneficioso para una rutina de teletrabajo más eficiente.  

Sin embargo, no todas las personas cuentan con al posibilidad de disponer una habitación completa o un área del hogar para trabajar. Cuando este sea el caso, lo ideal es crear un espacio con la atmósfera, es decir, más que un espacio físico, es incorporar elementos del ambiente para separar mentalmente el momento de trabajar. 

Esto se puede lograr con el uso de audífonos que aíslen los sonidos exteriores, con el uso de “ropa para trabajar” que te cambias por “ropa para estar en casa” cuando tu día laboral acaba, música de ambiente o ruido blanco, utilizar diferentes usuarios en la computadora (uno para trabajo, otro para todo lo demás). Todos estos elementos te proporcionarán una atmósfera, un espacio de trabajo mental que repercutirán positivamente en tu eficiencia. 

 

3. Toma descansos y muévete

Uno de los principales efectos del confinamiento para muchas personas está relacionado con dificultades para dormir y saber en qué momento de día están. 

Esto porque al no salir de casa recibimos menos exposición a la luz solar y el cuerpo se mueve muchísimo menos (ni siquiera caminas del estacionamiento a la oficina), que afecta los niveles de hormonas como la melatonina que se encargan de regular los ciclos diarios del cuerpo (incluyendo el sueño y la vigilia). 

Para combatir artificialmente este inconveniente y que el cuerpo sienta que no está “atrapado”, que está en movimiento, vale la pena que hagas pausas al menos una vez por hora y camines alrededor de tu casa o apartamento o haz estiramientos. 

Idealmente toma cerca de media hora cada mañana para recibir la luz del sol cerca de alguna ventana o si tienes la oportunidad, afuera en el balcón o jardín. 

Cada vez que recibas una llamada regular, es decir, sin el componente de video, habla mientras caminas. 

Toma un “café virtual” a media tarde con alguno de tus compañeros de trabajo, es decir, tengan una llamada cronometrada de no más de 15 minutos para hablar de cosas que no estén relacionadas con el trabajo. 

 

4. Ten un horario y respétalo

El teletrabajo te ahorra múltiples inconvenientes, como el tráfico y el tiempo que toma conmutar. Pero a la vez tiene el inconveniente que es más difícil establecer la “hora de salida de la oficina” o la “hora de almuerzo”. 

Establece horarios que tú tengas muy claros para comer (lejos de la computadora) y para dejar el trabajo de lado al final del día. Haz el pacto contigo mismo de cumplirlos y respétalo. Esos descansos son vitales para que conserves tu eficiencia. 

 

5. Busca tu comodidad

¡Cuidado! Esto bajo ninguna circunstancia implica trabajar en la comodidad de tu cama, rodeándote de tus almohadas favoritas. Por el contrario, significa tener una silla y superficie que te permita mantener una postura correcta. 

Esto es, la silla deberá ofrecerte soporte en la zona de la espalda baja y las piernas. Si la altura de tu silla no puede ajustarse para garantizar que las plantas de ambos pies estén apoyadas sobre el piso, consigue un banquito y otro objeto que permita que tus rodillas estén a la misma altura que tu cadera. 

Si al final del día te duele la espalda, hombros o cuello, es momento de evaluar tu postura Dy lo que los muebles en tu caso están haciendo para mantenerte cómodo. 

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