Convertirse en un buen líder o identificar a los que ya se encuentran en tu organización es un verdadero reto, aunque podríamos decir que se trata de un buen dirigente, realmente va mucho más allá de ello.
La atracción de talento no es tarea fácil, encontrar un buen líder o convertirnos en uno tampoco, pero si esto se logra ten por seguro que conformarás grandes equipos en tu empresa.
Cuando hablamos de líderes, no nos referimos precisamente al gerente o al coordinador, realmente puede ser cualquier persona dentro de tu organización, pues siempre habrá alguien que tenga ese toque para empujar al resto, que sea la guía, que mantenga esa armonía y constancia en el equipo de trabajo.

¿Qué es y cómo ser un buen líder?

Un buen líder ayuda a su equipo y se involucra con él; contribuye a que se desarrollen y crezcan, los aconseja y motiva. También tiene visión, pasión y constancia.
A un líder lo siguen por sus acciones, su conocimiento, por su capacidad de tomar buenas decisiones, por tener una buena comunicación con los demás, entre otras muchas variantes.
Las fortalezas varían, y aunque son muchas, hoy te compartimos cinco características que no pueden faltar en un buen líder:
  1. Visión: ver más allá y anticipar futuros desafíos u oportunidades de éxito es una de las cualidades claves de un líder. Además, motiva a los colaboradores a trabajar juntos hacia un fin común.
  2. Confianza: tiene confianza en sí mismo y la capacidad de toma de decisiones. A su vez, también ayuda al equipo para que estén capacitados y pueden enfrentar los desafíos que vengan. Esto también implica ser transparente, ser auténtico, reconocer que también se equivoca, necesita apoyo, pero que a su vez también puede solucionarlo.
  3. Integridad: es igual a confianza. El líder que brinda una visión clara, coherente y creíble, cuya vida se ajusta a un conjunto de valores que inspiran en los demás el deseo de imitarlos. Sin duda alguna posee una fuente fundamental de poder.
  4. Pasión: Cuando algo nos apasiona se nota y se contagia, una persona con pasión hace las cosas con un toque especial, con el valor agregado que tanto buscamos. Ser apasionado en el trabajo es una de las cualidades en peligro de extinción y si tú tienes esto en tu organización no puede pasar desapercibido.
  5. Justicia: todo buen líder debe tener como insignia el ser justo, esto no solo genera buena predisposición entre los colaboradores y los altos cargos, crea un gran ambiente de trabajo que a su vez se vuelve más productivo.

¿Se nace siendo líder?

Sin duda, hay cualidades que son innatas y naturales, rasgos de la persona desde su nacimiento, pero también hay otras muchas cualidades que se pueden aprender e interiorizar a lo largo de nuestra trayectoria vital.

Hay cualidades que no están en esta lista y que podrás trabajar a lo largo del tiempo para reforzar tus habilidades o las de tu organización. El respeto, la inteligencia emocional, la empatía, el trabajo en equipo, entre otros, son habilidades en las que podrás enfocarte y pasar a otro nivel.

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