La generación Z, también conocida como los nativos digitales, es un grupo demográfico que está compuesto por personas nacidas entre 1997 y 2012. A diferencia de sus predecesores, esta generación ha crecido rodeada de tecnología y tiene una relación muy diferente con ella.
Esto también se refleja en su relación con las figuras de influencia y la forma en que buscan y consumen información. En comparación con generaciones anteriores, este grupo confía más en los influencers que en las figuras tradicionales de la televisión, la radio, los medios impresos o los políticos.
Es una generación que ha aprendido a adoptar una actitud escéptica desde una edad temprana. A medida que ha pasado el tiempo, la confianza en las instituciones tradicionales y la autoridad ha ido disminuyendo, afectando a todos los grupos demográficos. Sin embargo, es entre estos jóvenes entre quienes más se nota la desconfianza.
Los influencers y la confianza
De acuerdo con el último Reporte de Visa: Tendencias del consumidor de la generación Z, este fenómeno se debe a varias razones. En primer lugar, los influencers son personas que utilizan las redes sociales para compartir contenido relacionado con su vida personal y sus intereses, y a menudo forman una conexión personal con sus seguidores.
Los miembros de la generación Z perciben a estos influencers como personas reales y accesibles, y por lo tanto, los ven como más confiables y creíbles que las figuras tradicionales que a menudo se ven como inalcanzables y desconectadas. Ejemplo de esto es la influencia que tienen personalidades como Yuya, o Lele Pons sobre los más jóvenes.
En segundo lugar, la generación Z se ha criado en un mundo hiperconectado, y las redes sociales son una parte esencial de su vida diaria. Pasan gran parte de su tiempo en línea, viendo videos, leyendo blogs y siguiendo a sus influencers favoritos. Esto les permite conectarse con contenido y personas que les interesan. Y se sienten más cómodos consumiendo información de esta forma.
La generación Z confía más en los influencers que en las figuras tradicionales debido a su relación personal con ellos y su preferencia por consumir contenido en línea. Esto tiene implicaciones significativas para las marcas y las empresas, ya que deben considerar cómo utilizar a los influencers en sus estrategias de marketing u otros campos para llegar a este grupo demográfico.