Una mente brillante. Este sería el calificativo más apropiado para caracterizar la vida y la personalidad de John Nash, una prominente figura en la sociedad, no solo por ganar el Premio Nobel de Economía en 1994 y ser un genio matemático de la postguerra, sino también por la lucha constante en su vida personal, marcada principalmente por la esquizofrenia.
De entre sus múltiples aportes, la revolución de la teoría de juegos ha sido probablemente la más destacada. Inicialmente, se presenta como un trabajo complementario, que inicia Antoine Augustin Cournot, para luego ser formalmente fundada por John von Neumann. Sin embargo, Nash destaca dentro de este contexto, por el desarrollo de diversas conclusiones basadas en «el equilibrio de Nash», aplicadas a la vida real.
Competitividad vs. coordinación
Uno de los aspectos más relevantes de la teoría de juegos, es precisamente aprender a obtener resultados generando mejores estrategias. Para ello, señala la teoría, existe la necesidad de conocer lo que hace el oponente y, de esta manera, anticiparnos.
En materia de emprendimiento, esta técnica trabaja de manera indispensable. Analizar la competencia, comprender sus acciones y trabajar con base en generar resultados que distingan de manera positiva en la sociedad para posicionarse por encima de ello. Lo que en la teoría sería, ganar el juego.
El equilibrio de Nash
Desde la posición de Nash, no había motivos para perder en una negociación, y es allí en donde basa sus procedimientos. Su “equilibrio” se enfocaba en la ganancia de todos los participantes.
En materia de liderazgo, este concepto puede tener repercusiones. Y es que, si uno de los jugadores modifica su estrategia, pero los otros no modifican la suya, por ejemplo, no se ganará nada. En este contexto, cambiar una decisión de manera individual puede resultar peor.
Lo que conlleva este concepto es que, conocer las decisiones de los demás representará un punto beneficioso. Al saber las estrategias de los otros involucrados es posible encontrar un punto de equilibrio, donde todos resulten favorecidos. Y no buscando un beneficio individual, lo que al final resultará peor para todos los jugadores.
Legado de Nash
Más allá de un legado sustentado por su teoría publicada en 1950 y considerada como una valiosa herramienta de análisis para procesos competitivos, rivalidades y diversos escenarios, el legado de John Nash se ve magnificado en la valentía con la que superó cada una de las crisis dentro de su vida.
Su potencial como científico y como persona, para lograr superar la esquizofrenia luego de años de transitar en instituciones mentales. Se dice que se recuperó cuando aparentemente decidió no estar más enfermo. Aprendió a controlar las alucinaciones y volvió a la docencia, camino en el que el apoyo de su esposa, Alice, fue transcendental.
La vida, historia y teoría de John Nash en conjunto, representan una muestra de control, empeño y dedicación dentro de diversas circunstancias sociales que pueden obstaculizar el camino a resultados de éxitos, pero que, gracias a la determinación es posible superar y alcanzar resultados favorables.
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