Hoy conoceremos la visión de Enrique Crespo en torno a inversiones de impacto para el desarrollo.

A un año de la llegada del Covid-19 a Centroamérica, es fácil desenfocarse de los retos que como región vivimos desde hace décadas. Esta pandemia vino a cambiar muchas cosas, pero también a recordarnos que aún hay mucho por hacer. Nuestros países necesitan seguir trabajando en generar más y mejores oportunidades de progreso y bienestar para sus habitantes, así como en mejorar nuestros índices de educación, salud, medio ambiente, seguridad, competitividad, entre otros.

Una excelente guía para enfrentar estos retos son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que plantean metas e indicadores concretos al 2030. Cuando, en el 2015, los líderes del mundo se reunieron para definir este marco de acción, se dejó muy claro que, para alcanzar los ODS, las personas individuales, sector privado, los gobiernos, la academia y la sociedad civil tenemos que participar activa y colaborativamente. Si analizamos cada uno de los ODS vamos a encontrar que, para alcanzarlos, se requiere de ciertos denominadores comunes. Uno de ellos es: inversión.
«Las empresas podemos ser agentes de cambio que impacten positivamente en lo económico, ambiental y social». Enrique Crespo
Tengo la responsabilidad y el privilegio de dirigir a CMI Capital, una de las dos agrupaciones de negocios que, junto a CMI Alimentos, conforman a Corporación Multi Inversiones, una corporación familiar multilatina que está llegando a su primer centenario. Este legado nos ha exigido replantear la forma tradicional de hacer negocios, tomando conciencia del liderazgo e incidencia que tenemos. Por ello, en CMI Capital nos planteamos el propósito de “generar inversiones de impacto que impulsan el desarrollo sostenible”.

Para que nuestras inversiones generen más impactos positivos y medibles, contamos con el respaldo de la Red Guatemala del Pacto Global, una plataforma que trabaja por el desarrollo sostenible a nivel mundial y que hace un llamado a las empresas para que se unan a los principios universales de los derechos humanos y laborales, y la consecución de los ODS. Nuestro reto hacia adelante es identificar y medir los indicadores clave que, a través de nuestras inversiones de impacto, permitan mover la aguja del desarrollo en los países en los que tenemos presencia.

El potencial de Centroamérica es incalculable. La región está llena de gente resiliente, emprendedora y trabajadora muchas veces en la búsqueda de una oportunidad o construyendo su propio camino.

Mientras existan empresas y organizaciones que entiendan y asuman su rol de agentes de cambio para invertir en pro del desarrollo. Seguiremos construyendo un mejor lugar para vivir y para heredar a las próximas generaciones.

Con información de Pensar Libre

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