Con el progreso y desarrollo de una nación las necesidades de cambios en su estructura física es algo que va de la mano y se hace imperioso estar a la orden del día con las nuevas tendencias de construcción a fin de poder suplir con los requerimientos que la vida moderna exige.

Como está sucediendo en otras áreas de la vida del ser humano como la tecnológica y digital, el sector inmobiliario se ha visto en la necesidad de evolucionar de manera acelerada a fin de poder ser compatible no solo con los avances de estos otros sectores sino con las necesidades de la población.

Si bien aún recordamos las zonas de proyectos de vivienda en lotificaciones que luego dieron paso al desarrollo de condominios cerrados, hoy estamos viendo un crecimiento acelerados en modelos de vivienda hacia las alturas: edificios de apartamentos que se ven complementados por un complejo de amenidades que van desde centros comerciales, pasando por recreación y educación.

Solo en 2017 fueron autorizadas más de 5,500 de construcción para distintos tipos de proyectos.  Un número sin precedentes y que ha ido en incremento. La expansión de proyectos de trabajo no ha quedado atrás.  Espacios de trabajo común, así como las llamadas “ofibodegas” siguen siendo ventana de oportunidad para el crecimiento de este sector que, si bien por momentos parece saturado, se encuentra en una constante demanda por aquellas personas que saben del impacto económico que genera en su futuro una inversión de este tipo.

El proceso de crecimiento y desarrollo de este sector es importante dentro de la economía del país, pues se convierte en una fuente de empleo directa a indirecta valiosa.  Por lo mismo la necesidad de generar las condiciones y estrategias adecuadas es por demás importante.  Mantener una sana y correcta comunicación con las Municipalidades y entidades de gobierno que propicien las condiciones y requerimientos adecuados para su correcta evolución es importante.

Estando dentro de los 11 sectores económicos que sostienen en su mayoría la economía el país, es necesario prestar atención a los pasos que se dan para que sigan existiendo oportunidades y condiciones que faciliten su operación de manera adecuada. Sin embargo, no hay que perder de vista los efectos colaterales que el crecimiento en construcción genera. Eso seguramente será motivo de una nota más adelante.  De momento, es importante estar atentos a las oportunidades que el sector seguirá brindando para hacer de Guatemala una nación más competitiva.

 

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