El sector de restaurantes en Centroamérica también se ha visto afectado con el coronavirus. Esta industria fue obligada a cerrar sus servicios de mesas en la región, dando prioridad a los servicios a domicilio.

Se trata de uno de los sectores que ofrece empleos y tiene un fuerte impacto en la economía.

 

La caída en números

Tan solo durante las primeras semanas del confinamiento, Francorp Centroamérica daba cuenta que las marcas de franquicias debieron cerrar entre el 52% y el 100% de sus operaciones, con suspensiones de contratos y fuertes caídas en los ingresos.

De hecho, se estima que hasta el 25% de los establecimientos podrían cerrar definitivamente sus puertas, como consecuencia de la caída en la economía que impacta en la demanda de sus servicios.

Si bien algunos restaurantes han logrado fortalecer sus servicios a domicilio y de autoservicio, ante la obligación de cerrar el servicio de mesas, las ventas de cualquier manera muestran tendencia a la baja.

En un contexto en el que se estima que los restaurantes pueden vivir alrededor de 20 a 30 días sin ingresos, un confinamiento que se extendió por cerca de cinco meses en la región y que únicamente permite operaciones parciales y en horarios reducidos, ha resultado en la sentencia de muerte para aquellos que no cuentan con el respaldo de grandes marcas o franquicias.

Por ejemplo, en Panamá, en donde los restaurantes generan al menos 39 000 empleos directos, se estima que la caída en ventas supera el 80%.

 

Miradas a futuro

Si bien en algunos de los países en Centroamérica ya se están retomando las actividades de forma escalonada, el caso de los restaurantes es particular. Muchos aún no tienen luz verde para volver a atender en mesas y en los países en los que se permite, el aforo y horarios es limitado.

En este sentido, el servicio a domicilio, que se vio acelerado a consecuencia de la pandemia, representa otra fuente de preocupación para muchos negocios que, al no contar con medios propios para su implementación han recurrido a plataformas de terceros.

El tercerizar el servicio a domicilio implica pagar comisiones, que en el contexto previo a la pandemia no representaba mayores inconvenientes, pero ahora que se ha vuelto el canal primario de ventas sí golpea los ingresos, puesto que los márgenes pueden llegar a ser tan altos como el 30% del valor del plato vendido.

A esto se suma que el panorama ya no será el mismo, la economía ha sido duramente golpeada y se estima que la afluencia de clientes tome hasta 16 meses en recuperarse para Guatemala, y de 22 a 24 meses en El Salvador y Honduras.

También es de considerar que una buena cantidad de restaurantes ya han anunciado su cierre definitivo, tan solo en Panamá se reportan cerca de 1000 establecimientos que no abrirán más y se espera que a escala nacional cierren cerca del 20% del total.

Son reflejo de las bajas ventas la enorme cantidad de promociones de 2×1; otros sirviendo su mismo menú de siempre, pero a precios reducidos; descuentos y eventos virtuales; así como restaurantes más exclusivos o de cocina de autor ofreciendo menús más baratos.

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