Emergencias como la suscitada por la crisis sanitaria global, han sacado a relucir la cultura organizacional que acompaña la larga trayectoria de la multilatina.
Uno de los grupos empresariales más importantes de América Latina, es la guatemalteca Corporación Multi Inversiones (CMI), una empresa familiar integrada por más de 40,00 colaboradores con presencia en 14 países y organizada en dos divisiones; la de alimentos y capital. La segunda se ocupa de las inversiones inmobiliarias, financieras y energéticas.
La división de alimentos incluye molinos de harina de trig16o y maíz, producción de pastas, salsas y galletas; industria avícola, porcícola, procesados y fabricación de embutidos; alimentos procesados para animales y mascotas, como de igual manera la industria de restaurantes.
En este último rubro, destaca entre otros s marca icónica Pollo Campero, la cual está en constante reinvención.
Este año el covid-19 y las emergencias climáticas han puesto a prueba la fortaleza de los valores de responsabilidad, excelencia, integridad y respeto (REIR), implementados por el fundador de CMI Juan Bautista Gutiérrez.
Así el grupo ha logrado salir adelante y como toda crisis, también se presentaron oportunidades, para lograr mejores prácticas y mejores resultados de los que originalmente preveían frente a la incertidumbre que el covid-19 ha generado.
Asimismo, han trabajado en la preparación de protocolos, implementación de medidas de seguridad, programs de apoyo y conformación de un Consejo Médico hasta facilitación de una línea de apoyo médico y psicológico para sus colaboradores, entre otras acciones para proteger en todo momento, la salud y bienestar del personal.
Como una corporación donde la innovación y la transformación es constante, no se detuvo la continuidad operativa.
Por ello, la crisis sanitaria se enfrentó desde ese enfoque mejorando y reforzando procesos, equipos y utilizando nuevas herramientas en tiempo récord, en cuestión de meses, lo cual en condiciones normales habría tomado años, comparten voceros del grupo empresarial.
Recientemente una de sus plantas de alimentos ubicadas en El Salvador, obtuvo la certificación Carbono Neutral, convirtiéndose en la primer planta de este rubro en ese país en ser certificada.
Y con esa fortaleza que tiene como base el legado del fundador, la multilatina CMI se prepara para recibir el 2021, el cual se perfila como un año lleno de retos que también trae sus oportunidades.
«Es un año clave para continuar con la transformación e innovación constante de la operación para adaptarse a las nuevas necesidades y hábitos de los clientes y consumidores que se generan con la nueva realidad. Como empresa, CMI busca generar desarrollo sostenible con impacto positivo para sus accionistas, inversionistas, colaboradores, clientes y consumidores en cada una de las unidades donde opera. Esa seguirá siendo la prioridad para el 2021», señala la compañía.
Texto de Enrique Canahui, para El Economista, edición noviembre-diciembre, 2020.