Guatemala es conocida no sólo por sus volcanes y la laguna de Atitlán, sino por su exquisito café. De hecho el país tiene una abundante producción cafetera y dado una de las bebidas más populares en el mundo entero: el café instantáneo

El café más rápido

El café instantáneo se consume en todas partes alrededor del planeta. Es increíblemente práctico y es la opción favorita para aquellas personas que quieren una buena dosis de cafeína rápida y económica. Además, es la versión más utilizada para ofrecer refrigerios en reuniones, por la facilidad de su preparación.

Llamado también café soluble, esta variante se produce con los métodos de liofilización y secado por pulverización. Ambos tienen sus ventaja y desventajas, pero siguen el mismo principio de producir cristales de café capaces de diluirse en agua.

Con el paso del tiempo, los diversos fabricantes de café instantáneo han logrado producir mezclas con diversas características en sabor y textura, incluso para satisfacer a los catadores más exigentes. Y si bien hay muchos “puristas del café”, la realidad es que año tras año, se unen más consumidores a esta variante.

Un inicio muy guatemalteco

La realidad es que el café soluble tiene en realidad varios orígenes. Pero es la versión de que se produjo en Guatemala es la más famosa y aceptada hasta la fecha.

En 1909, un químico norteamericano radicado en Guatemala llamado George Constant Washington, comenzó a experimentar con café seco. Después de varios intentos, logró crear una mezcla de tipo instantáneo, pero, lo más importante es que logró definir cómo producir este café en masa.

La mezcla que inventó comenzó a comercializarse, siendo muy popular durante el periodo de la Primera Guerra Mundial.

Un favorito alrededor del mundo

El año pasado se estimó que el mercado cafetero mundial creció cerca de los 36,000 millones de dólares. Y es que, contrario a la creencia popular, el café instantáneo es la versión más consumida en países grandes como Rusia, China y el Reino Unido. Incluso en Turquía, que es conocida como la meca de la mezcla del café árabe, el soluble tiene un consumo desmesurado por su practicidad.

Otro país que entra en esta estadística en Australia. Según estudios, más 75% de la producción se consume en esa región junto con Nueva Zelanda de donde, por cierto, nació una de las primeras versiones del café instantáneo.

En algunos países, el consumo de café soluble es parte de la vida diaria como en el caso de Japón, país donde buena parte de sus oficinas cuentan con máquinas expendedoras de café instantáneo.

El café soluble es saludable

La idea generalizada que tenemos sobre alimentos instantáneos o rápidos es que son perjudiciales para la salud, pero esto no es del todo cierto porque depende en buena medida de su manufactura.

El café es conocido por la gran cantidad de antioxidantes que puede proveer. Y los antioxidantes tienen propiedades antiinflamatorias, mismas que ayudan a la prevención del sobrepeso, además de ayudar a estabilizar el sistema nervioso.

Una taza regular de café soluble sin azúcar tiene apenas 7 calorías, así como potasio, magnesio y niacina (vitamina B3).

El café soluble contiene menos cafeína que el café de grano completo, por lo que es mucho más suave con el sistema nervioso central. Algunos estudios también muestran que el consumo de hasta 5 tazas diarias, es más que seguro que de café de grano.

El café en Guatemala no representa solo un producto de consumo y exportación, sino que tiene el carácter de un símbolo nacional, que provee identidad y carácter al país. Para turistas y visitantes, el café se vuelve un atractivo más para integrarse a la cultura local y conocer lo más representativo del lugar.

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