La empresa es un ente o institución dinámica que crece y avanza en función de cómo se administra, en donde juega un papel importante el manejo efectivo del capital o dinero, es aquí donde radica la importancia de las finanzas.
El primer paso para mejorar las finanzas de tu empresa es realizar un plan estratégico, y la mejor manera de hacerlo es definir las metas, idear procesos para lograrlo y el plazo en el que quieres hacerlo, uno de los métodos que hemos tratado con anterioridad es la metodología SMART, concepto que se deriva originalmente de sus siglas en inglés Specific, Measurable, Achievable, Realistic y Timely, del cual puedes conocer de forma más detallada leyendo nuestro artículo “SMART: qué es y para qué sirve”
SMART es el acrónimo de:
- Específico. El objetivo debe estar muy bien especificado.
- Medible. Recuerda, si no se puede medir, no se puede mejorar
- Alcanzable. La meta debe sentirse posible, algo que está a tu alcance y de tu equipo.
- Realista. Debe ser algo realizable, realista, requiere introspección de parte de los tomadores de decisión.
- Tiempo específico. Debe establecerse un plazo o fecha límite para alcanzar la meta.
Una vez trabajados los objetivos, puedes comenzar poniendo especial atención en los siguientes puntos:
- Optimizar la Tesorería de tu Empresa. La tesorería tiene como objetivo realizar una serie de operaciones que estarán ligadas con el flujo de caja, además de reunir las gestiones necesarias para conseguir liquidez, fuentes de financiación, préstamos, entre otras cosas. Para mejorar la tesorería tendrás que elegir bien a tus clientes y gestionar el cobro, llevar un buen control de pagos a proveedores, prever los pagos esporádicos, reducir el inventario, prever cobros y pagos y modernizar el flujo de caja
- Gestionar y reducir los riesgos financieros. Hay distintos tipos de riesgos financieros como es el caso del mercado (dentro tenemos el riesgo de cambio, el riesgo de tipo de interés, etc.), riesgo de crédito, riesgo de liquidez o financiación entre otras.
- Lo importante en este punto es aprender cómo disminuir estos riesgos para tener control sobre las finanzas. Para ello será necesario calcular la rentabilidad de cada inversión, estudiar aquello que pueda surgir en el futuro, diversificar las fuentes de ingresos, rodearse de profesionales a los que podamos acudir en cualquier aprieto, cuantificar los resultados, contratar seguros y evaluar la cobertura de nuestra organización a nivel financiero.
- Auditoría de procesos financieros. En este punto debes entender específicamente dos puntos: los procesos de cobranza y pagos. Si haces una auditoría a estos procesos, podrás ver con mayor detalle el flujo de ingresos y egresos del negocio, lo que te permitirá saber en qué se está gastando y cómo se puede mejorar el rendimiento.
- Aprovecha la tecnología. Opta por la automatización, la tecnología puede ser desde un software de contabilidad o una plataforma de gestión financiera para garantizar que contarás con la información más certera posible y los datos relevantes para tomar mejores decisiones y tener un mejor control.
Espero que estos tips sean de ayuda y que muy pronto puedas encontrar una solución para mejorar las finanzas de tu organización.
Antes de finalizar, considera que una de las mejores prácticas para mejorar las finanzas de tu organización es invertir en la formación y desarrollo de tus colaboradores; esto permitirá que siempre estén actualizados.
Apoyarse en profesionales del tema y comprometerse con el problema para encontrar la solución, siempre rendirá frutos y te ayudará a conseguir resultados favorables.